Los trastornos que se desencadenan tras experimentar un hecho impactante están asociados a un mayor riesgo de demencia.
Científicos brasileños evaluaron a 425 pacientes entre seis y nueve meses después de su alta hospitalaria. Más de la mitad de ellos informaron una declinación de la memoria y los test apuntaron pérdidas cognitivas relevantes en esa población.