Una adecuada hidratación en verano no sólo es necesaria para para mantener un correcto equilibrio hídrico, es decir, compensar las pérdidas y satisfacer las necesidades de agua para que el organismo funcione correctamente, sino también para reducir la formación de cálculos en el riñón o litiasis urinaria. Una patología que supone el tercer motivo de consulta en Urología y cuya incidencia aumenta durante el periodo estival.