Un metaanálisis con 35.000 menores de 12 años de 8 países europeos subraya la relación entre los espacios verdes urbanos y la salud respiratoria en la infancia.
Un estudio abre la posibilidad al desarrollo de nuevas terapias para mejorar el neurodesarrollo infantil mediante el uso de compuestos o microorganismos probióticos.
En una eventual llegada al “planeta rojo” es prioritario evaluar qué pasa con la microbiota, que son los microrganismos que conviven con el humano en su intestino, piel, nariz y boca, entre otros órganos, y que resultan claves.