Más allá de la extraordinaria afectación que el COVID19 está teniendo sobre el día a día en las consultas de los médicos de familia, la realidad es que la prevalencia del tabaquismo y sus consecuencias para el Sistema Nacional de Salud son devastadoras…
Además de las propias complicaciones que el binomio epidemia de COVID19-tabaquismo implica, existe un conjunto subyacente de elementos que cabe señalar, como la relación entre confinamiento y tabaquismo, o el mayor riesgo de contagio que suponen algunas forma de consumo tabáquico como las cachimbas.
Los estudios que se han difundido son muy preliminares y no tienen en cuenta los efectos perjudiciales de la nicotina y el humo del tabaco en las vías respiratorias de los fumadores y en su sistema inmunitario, consecuencias sobre las que existe evidencia científica abundante. Además, existen investigaciones que demuestran una peor evolución de la COVID-19 en pacientes fumadores y que indican que fumar conlleva un riesgo 133 veces mayor de desarrollar una forma grave de los síntomas que en personas no fumadoras.
Las muertes por cáncer de pulmón siguen aumentando y siguen siendo los tumores más mortales en España, según los datos de los últimos tres años del Instituto Nacional de Estadística (INE), recopilados por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que se celebra el próximo 4 de febrero.
2 de cada 3 personas se han planteado dejar de fumar el último año… sin mucho éxito. ¿Los cigarrilos electrónicos? Sólo un el 8,8% de la población confía en ellos pero, ¿qué pasa con el resto de drogas? ¿Cuál es su nivel de consumo en España?
Tan pronto como dejes de fumar, tu cuerpo te lo va a agradecer profundamente y va a emprender una tarea de reparación del daño que el consumo de tabaco le ha provocado. De este modo, comenzará una serie de cambios en beneficio de tu salud. La American Cancer Society detalla dichos cambios…
Resulta fundamental que el médico de cabecera se implique en diagnosticar y tratar correctamente a los pacientes fumadores
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Revisiones científicas recientes nos demuestran que el fumador es más propenso a tener infecciones respiratorias, desde infecciones de vías altas hasta catarros pasando por neumonías pero, ¿qué pasa con el Covid-19?
Fumar incrementa la probabilidad de desarrollar síntomas severos de COVID-19, de ingresar en las Unidades de Cuidados Intensivos y de morir víctima de esta pandemia.
Un reciente informe de la sociedad científica británica Action on Smoking and Health (ASH), basado en la encuesta anual sobre la percepción de la salud y los hábitos de los ciudadanos del Reino Unido, refleja un descenso en el grado de satisfacción de la población sobre sus hábitos y la sanidad pública.
El 58,5% de los estudiantes entre 14 y 18 años consume alcohol y aumentan las borracheras en el último mes del 21% en 2016 al 24% de 2019, mientras que el 48,4% de estos jóvenes aseguran haber probado los cigarrillos electrónicos, según algunas de las conclusiones de la XIII Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (Estudes) 2018-2019 presentada en el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
El consumo de todas las drogas, excepto el cannabis y el tabaco, se ha estabilizado en los últimos dos años en la población española de 15 a 64 años, según se desprende de la Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES) 2017-2018, elaborada por la Delegación del Gobierno del Plan Nacional sobre Drogas y que ha publicado el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Hay que tener en cuenta que, más que ninguna otra enfermedad, el hábito de fumar es la mayor fuente de fallecimientos e incapacidades hoy día a nivel mundial. Concretamente, en España se producen 40.000 muertes al año debido al tabaquismo.
Al fumarse sin filtro, la concentración de partículas en las vías aéreas es cuatro veces mayor que al fumar tabaco
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