Que te digan que tu cuerpo no funciona bien, que tienes cancer, es un impacto tremendo, pero en los niños es indescriptible. Tener que ir a un lugar extraños, el cambio repentino de salud a enfermedad, es un proceso duro, doloroso, largo con pruebas y procedimientos necesarios por los que tienen que pasar. Los largos periodos de hospitalización y aislamiento, es una experiencia nueva atemorizante y abrumadora.
Se ha inaugurado la primera 'estación lunar' para que su ingreso sea más llevadero, se puedan distraer y olvidarse por un tiempo donde están. La Fundación Juegoterapia y la Unidad de Oncología Pediátrica del Hospital Gregorio Marañon han convertir una sala de aislamiento en un espacio en el que los niños puedan ser astronautas que protagonizan un viaje interestelar. Dos son las habitaciones se han convertido en módulos lunares.
Una cápsula espacial, juguetes, androides y las sábanas tiene un aspecto espacial. Controlan la habitación con su tablet, proyecciones en el techo, y pantallas de pared con contenidos adactados a su edad. Dotada de todo el equipamiento médico que precisa una sala de aislamiento pediátrica, pero sin olvidar que sus ocupantes son niños que no deben perder su capacidad de jugar mientras luchan como campeones contra el cáncer.