El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad quiere recordar que la vacunación es una de las medidas de salud pública más eficaces para prevenir la aparición de enfermedades e incluso la muerte en algunos casos. En concreto, la vacunación antigripal es la medida más efectiva para evitar la aparición de complicaciones causadas por el virus de la gripe en las personas que tienen un mayor riesgo de adquirirla.
La gripe es una enfermedad respiratoria aguda causada por un virus, por lo que los antibióticos no resultan efectivos para combatirla y su uso puede crear resistencias a estos fármacos.
La gripe es una enfermedad de curso agudo cuya máxima incidencia se observa en otoño e invierno. El período de incubación es de 48 horas con una variación entre uno y siete días. Se transmite por el aire al toser y estornudar.
Los principales síntomas son fiebre de hasta 39ºC, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, estornudos, tos intensa y persistente, rinorrea, lagrimeo y faringitis leve. Los síntomas de la gripe pueden confundirse con los de otras patologías respiratorias, como el catarro común, por lo que se recomienda consultar al médico de Atención Primaria o al pediatra. Es una enfermedad autolimitada con una evolución de cinco a siete días, aunque algunos de los síntomas suelen durar entre dos y tres semanas.
La vacunación es la medida más eficaz para prevenir la gripe y sus complicaciones. Las medidas higiénicas fundamentales que hay que tener en cuenta para evitar la transmisión del virus son:
Grupos de riesgo
El Sistema Nacional de Salud proporcionará las vacunas de manera gratuita a las personas incluidas en los grupos de población recomendados. Los grupos técnicos del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud recomiendan vacunar a los siguientes grupos:
1. Personas mayores, preferentemente a partir de los 65 años de edad. Se hará especial énfasis en aquellas personas que conviven en instituciones cerradas.
2. Personas menores de 65 años que presentan un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe:
a. Niños (mayores de 6 meses) y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares (excluyendo hipertensión arterial aislada) neurológicas o pulmonares, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma.
b. Niños (mayores de 6 meses) y adultos con:
En este grupo se hará un especial énfasis en aquellas personas que precisen seguimiento médico periódico o que hayan sido hospitalizadas en el año precedente.
c. Niños y adolescentes de 6 meses a 18 años, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.
d. Mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación.
3. Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones:
4. Otros grupos en los que se recomienda la vacunación:
a. Personas que trabajan en servicios públicos esenciales, con especial énfasis en los siguientes subgrupos:
b. Trabajadores expuestos directamente a aves o a cerdos en granjas o explotaciones avícolas o porcinas y también a aves silvestres. La finalidad es reducir la oportunidad de una infección concomitante de virus humano y aviar o porcino, disminuyendo la posibilidad de recombinación o intercambio genético entre ambos virus.
Para la temporada 2017-2018, la vacuna trivalente antigripal recomendada por la OMS para el hemisferio norte contiene las siguientes cepas:
Con respecto a la vacuna utilizada en la temporada anterior, se ha producido el siguiente cambio en la composición de las vacunas para esta temporada 2017-2018: El componente A(H1N1) que anteriormente era cepa A/California/7/2009, se ha sustituido por A/Michigan/45/2015
Para que la vacunación sea eficaz es preciso utilizar siempre la vacuna correspondiente a la temporada en curso, ya que su composición puede ser distinta cada año, y repetir la vacunación todos los años en el cuarto trimestre. La vacuna de la gripe sólo protege frente a la gripe estacional o común.
La Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica realiza el control de la gripe en España principalmente mediante un sistema constituido por las redes centinela de vigilancia de gripe.
Según la información de este sistema, la actividad gripal en España en la temporada 2016-2017 fue baja y se asoció a una circulación mayoritaria de virus de la gripe A(H3N2) con una contribución de virus B mínima en las últimas semanas del periodo de vigilancia.
La epidemia gripal se inició de forma temprana a mediados de diciembre de 2016, con un máximo de actividad en la semana 3 de 2017 (del 16 al 22 de enero), con una incidencia de 229,10 casos por 100.000 habitantes. La duración total se encuentra en el rango de las 10 temporadas previas. Los menores de 15 años fueron el grupo de edad más afectado.
Por séptimo año consecutivo se ha promovido un acuerdo marco para la selección de suministradores de vacunas frente a la gripe, suscrito por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Las instituciones participantes para la temporada 2017-2018 son, además del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el de Defensa, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (Interior), INGESA y 12 comunidades autónomas: Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Castilla -La Mancha, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia, Navarra y La Rioja, así como las ciudades de Ceuta y Melilla. Mediante este procedimiento se han podido adquirir algo menos de 4 millones de dosis de vacunas y obtener un ahorro superior a los 7 millones de euros.
En la temporada pasada se vacunó el 55,5 por ciento de la población española de 65 y más años de edad, lo que supuso un total de 4.743.336 vacunados en este grupo de edad.