Pasamos largas horas frente al ordenador, más ahora por el teletrabajo. Ocho horas diarias de trabajo y alguna más si eres autónomo, añadir también nuestras horas de ocio jugando on-line, poniéndonos al día con nuestras series favoritas o viendo vídeos de Youtube.
Rara vez estamos sentados con una postura correcta; quizás los tres primeros minutos. Durante esas horas que pasamos frente al ordenador nos movemos y removemos encima de la silla, nos acercamos, nos alejamos, nos sentamos en plan indio, nos escurrimos hasta casi caernos del asiento. Esto perjudica seriamente la salud.
Aunque nos encontremos en una postura adecuada para trabajar, el mero hecho de encontrarnos en la posición de sedestación ya sometemos a nuestro cuerpo a una postura que no es natural. Nuestro cuerpo está diseñado para que estemos en movimiento, no sentados durante más de 10 horas al día.
A partir del momento en que nos sentamos y dejamos de movernos, nuestro cuerpo comienza a consumir menos energía (los músculos demandan menos calorías ya que se encuentran en reposo) y la circulación de la sangre comienza a hacerse más lenta. También, pueden experimentarse picos de insulina y de glucosa en sangre. Los músculos de la espalda se debilitan progresivamente ya que su no estamos dando uso a su función de sostén.
La columna vertebral está diseñada para mantenernos de pie: en forma de “S”, con sus cuatro curvas que alternan su forma (lordosis cervical, cifosis dorsal, lordosis lumbar y cifosis sacra) así lo demuestran. Si nuestra columna fuese completamente recta no sería capaz de sostener el peso de nuestro cuerpo ni de ejecutar muchos de los movimientos que le demandamos.
Cuando nos sentamos, la parte final de esa “S” que forma nuestra columna, donde se encuentra el sacro, se aplana y aplasta perdiendo así su función. Como estas vértebras ya no están funcionando como deberían hacerlo, hay que compensarlo con otra parte del cuerpo: las otras vértebras (cervicales, dorsales y lumbares) reciven una mayor presión, dando lugar a la aparición de lumbalgias, la consulta habituales entre traumatólogos y neurólogos.
Esto ocurre cuanso estamos sentados, suponiendo que estemos manteniendo una buena postura en nuestra silla. Si además de pasar un montón de horas diarias sentados lo hacemos de forma incorrecta, estos síntomas se agravan y pueden desencadenar la aparición de lesiones o patologías tempranas.
Es muy frecuente que comencemos nuestra jornada laboral sentados en nuestra silla de forma correcta pero según van pasando las horas, sobre todo si no nos levantamos de la silla, perdemos conciencia de nuestra postura corporal y terminamos sentados de cualquier manera. Algo muy habitual, por ejemplo, es llegar a las últimas horas de la jornada laboral sentados en el borde de la silla, con la espalda arqueada y solo apoyando la parte alta de nuestra espalda sobre el respaldo; prácticamente estamos medio tumbados frente a la pantalla del ordenador. Esta postura crea una gran tensión en la zona lumbar: nuestras vértebras se apiñan y los discos intervertebrales sufren.
Otro de los grandes errores que cometemos al trabajar frente a un ordenador es colocar la pantalla a una altura incorrecta; es muy frecuente en aquellas personas que trabajan con ordenadores portátiles en los que la pantalla queda a la altura del pecho aproximadamente. Mirar mucho tiempo una pantalla que se encuentra tan baja respecto a nuestra línea de visión hace que pasemos muchas horas con el cuello en una posición forzada e incorrecta. Si notas que tras un duro día de trabajo te duele el cuello y sientes tensión en la zona alta de la espalda es muy posible que parte de la solución a tu problema pase por colocar la pantalla a la altura de los ojos.
La postura correcta de nuestra espalda mientras estamos sentados será erguida (manteniendo la curvatura natural de la columna) y totalmente apoyada en el respaldo de la silla, especialmente la zona lumbar. De este modo los músculos y ligamentos de la zona central de nuestro cuerpo no se encuentran en una postura forzada, sino relajados y en una posición natural. Conviene recordar también la distancia a la que ha de mantenerse la pantalla del ordenador (unos 45 o 75 centímetros generalmente, aunque depende del tamaño de la misma): que una pantalla demasiado pequeña o lejana no nos haga pasar ocho horas inclinados sobre el teclado para poder ver algo.
Cruzar las piernas cuando nos sentamos, inconscientemente, es posible que nos cueste mucho encontrar una postura cómoda al sentarnos sin cruzar las piernas. Tres palabras: no lo hagas.
Si cruzas las piernas, dificultarás aún más el retorno venoso y se pueden crear varices o arañas vasculares
El hecho de estar sentados supone dificultar la circulación y el retorno venoso, sobre todo en la mitad inferior de nuestro cuerpo, hacerlo con las piernas cruzadas es todavía peor ya que dificultamos más la vuelta de la sangre por las venas hasta el corazón. Esto tiene repercusiones tanto en la salud (puede favorecer la aparición de insuficiencia venosa y trombos) como estéticamente (aparición de las conocidas varices o arañas vasculares).
La solución sencilla. Basta con asegurarnos de que la altura de nuestro asiento es la adecuada para que nuestras rodillas forman un ángulo de 90 grados cuando los dos pies están bien plantados en el suelo (apoyados totalmente, no solo las puntas, como puede ocurrir en algunos casos) y, con un espacio de unos cuatro centímetros entre las rodillas y la silla para permitir una buena circulación. Una buena ideas para sentarnos de forma correcta y favorecer la circulación de las piernas es usar un reposapiés ergonómico debajo de nuestra mesa.
Evitar la rigidez de los músculos cuando pasamos muchas horas sentados es fácil si nos levantamos cada poco tiempo, nos movemos un poco por la oficina y realizamos unos discretos estiramientos y ejercicios.
El mejor tratamiento de este tipo de lesiones es el preventivo.