Este ha sido uno de los resultados del estudio de evolución de la percepción social de aspectos científicos de la COVID-19.
El estudio, que mide las actitudes hacia la vacunación en España, analiza los datos recopilados de dos encuestas más específicas sobre aspectos científicos de la COVID-19, en la que participaron 4.208 personas a través de entrevista telefónica. La primera ronda se realizó entre el 25 de junio y el 15 de julio y la segunda entre el 4 y el 22 de enero. Asimismo, incorpora datos de la 10ª encuesta de percepción social de la ciencia y la tecnología, realizada entre el 15 de julio y el 19 de octubre de 2020 a 7.953 personas de forma presencial.
Tal y como se avanzó en enero de 2021, una vez empezada la campaña de vacunación, seis de cada diez españoles se muestran dispuestos a vacunarse sin reticencias, cifra que en octubre de 2020 era de solo dos de cada diez.
La población con un mayor rechazo a la vacuna se sitúa por debajo del 10%, cuando en octubre esta cifra alcanzaba el 32%. Entre los factores que influyen en la reticencia a la vacunación destaca la confianza en el sistema sanitario y estar de acuerdo con las teorías de la conspiración. En enero, estos dos factores aumentaron su importancia a la hora de explicar la reticencia vacunal con respecto a julio de 2020. De hecho, el debate anti-vacunas de finales de verano aumentó las dudas y la reticencia hacia la vacunación entre la población española.
Por otra parte, el 61% de los españoles confía en que los asesores científicos y médicos nacionales saben cuáles son las mejores medidas para enfrentar la pandemia, frente al 23% que muestra una baja confianza en ellos.
Además, uno de cada cuatro españoles asegura haber pasado dificultades financieras como consecuencia de la pandemia. El estudio también revela que a la mitad de la población (50%) le preocupa, fundamentalmente, los efectos sobre la salud de esta crisis, mientras que al 14% le inquieta principalmente los efectos sobre la economía y el empleo, y al 35% le preocupan ambos efectos por igual.
Por último, cabe destacar que un 95% de la población española utiliza la mascarilla cuando sale a la calle, pero tan solo el 53% asegura que practica permanentemente el distanciamiento social.