Pero no es el único, ya que hay más de 300 fármacos pueden darnos problemas...
Con el verano estamos impacientes por broncearnos, mejorar el aspecto de nuestra piel... pero si estamos tomando una medicación, puede que tengamos efectos secundarios inesperados. Las radiaciones ultravioletas puede que con algunos medicamentos, llamados fotosensibilizantes, producir una reacción cutánea anormal como quemaduras, ampollas, urticaria, entre otros. Son de uso frecuente como: ibuprofeno, diclofenaco, antihistamínicos, antibióticos.
Debemos mirar el prospecto de todos los medicamentos que nos indicaran que son fotosensibilizantes con un pequeño símbolo: un triángulo que contiene en su interior una nube y un sol. Toda precaución es poca que se produzcan o no los efectos adversos depende de varios factores: del propio metabolismo, el tipo de piel, de la cantidad de medicamento, de la predisposición. Es decir, no es seguro que vayan a darnos problemas con el sol, pero debemos de tomar precaución.
Según los expertos, pueden producirse dos tipos de reacciones en el cuerpo debido a los fármacos fotosensibilizantes. La más frecuente es una respuesta fototóxica (el 95 % de los casos). Aparece inmediatamente después de haberse expuesto al sol, su apariencia es similar a la de una quemadura solar intensa y está situada en las zonas donde ha dado la luz.
Otras personas con predisposición previa sufren una reacción inmunológica que puede aparecer incluso si se toman dosis muy pequeñas del medicamento (por ejemplo, al aplicar un poco de una pomada o una crema). Surge de forma retardada, más de 24 horas después de haberse expuesto a la luz. Aparece como una dermatitis de contacto, como una erupción o un eccema, que se hincha y pica. Y no solo puede surgir en las zonas expuestas, sino que se puede extender a otras áreas del cuerpo.
Hay medidas de prevención que pueden minimizar el riesgo de sufrir reacciones en la mayoría de los casos. Se recomienda que se evite tomar el sol, pero entiendo que en esta época es complicado, así que se eviten las horas centrales del día –de 12.00 a 17.00–, que usen gorro, gafas y protección solar de elevado factor y en cantidad generosa y que se la reapliquen cada cierto tiempo. Son consejos válidos para cualquier época del año y para evitar múltiples problemas de salud las quemaduras, envejecimiento prematuro, manchas cutáneas, melanoma. Pero, durante el tratamiento con un fármaco fotosensibilizante.
Las recomendaciones a seguir para evitar las reacciones entre el sol y los medicamentos son:
Algunos fármacos se toman únicamente una vez al día, puede ser una buena opción dejar la dosis para la noche. De esta forma, el compuesto fotosensibilizante estará menos presente en el cuerpo cuando se vaya a exponer de nuevo a la luz al día siguiente. Consumir alimentos o suplementos ricos en antioxidantes, así como vitaminas A, C y E, también ayuda a minimizar riesgos.
En caso de que aparezca sarpullido, descamación o ampollas, se debe valorar la necesidad de un tratamiento más específico. Lo más importante es no rascarse ni explotarlas. Si se rompe sola, limpia la zona con agua y un jabón suave, aplica un ungüento antibiótico en la herida y cúbrela con una venda antiadherente.
Con fiebre, mareos, vómitos y dolores severos hay que acudir al médico de inmediato.