EURECAT presenta las tendencias tecnológicas para 2025, destacando el diseño de chips específicos para sectores clave, la expansión de la inteligencia artificial generativa y la fermentación de precisión en agroalimentación y biomedicina. Se anticipa un aumento en la sostenibilidad mediante tecnologías que protegen el capital natural, así como el desarrollo de inteligencia artificial agentiva, que permitirá agentes autónomos capaces de resolver problemas con mínima supervisión. La Ley Europea de Chips también marcará un hito en la competitividad del sector.
El diseño y fabricación de chips específicos para sectores clave de la economía se perfila como una de las principales tendencias tecnológicas que marcarán el 2025, según el equipo científico del Centro Tecnológico EURECAT. Este avance se complementará con la expansión continua de la inteligencia artificial generativa, que se espera tenga aplicaciones disruptivas y una mayor integración con tecnologías emergentes como la robótica y la computación cuántica.
Otro aspecto destacado para 2025 es la fermentación de precisión, que cobrará relevancia en los campos agroalimentarios, biomedicina y medio ambiente. Además, en el ámbito de la sostenibilidad, se anticipa un crecimiento en el uso de tecnologías destinadas a proteger y potenciar el capital natural, apoyándose en soluciones vinculadas a la inteligencia artificial, blockchain, imágenes satelitales y nuevos sensores.
El director científico de EURECAT, Daniel Casellas, subraya que cada año se recopilan las tendencias tecnológicas que definirán sus áreas de especialización. Esto abarca los sectores digital, industrial, biotecnológico y sostenible, con el objetivo de proporcionar referencias al ecosistema empresarial e innovador para identificar oportunidades emergentes.
Ricard Jiménez, director científico del Área Industrial de EURECAT, señala que 2025 presentará un gran reto tecnológico marcado por la Ley Europea de Chips, destinada a reforzar la competitividad y resiliencia del continente en este sector crítico. Según Jiménez, será esencial colaborar intensamente dentro del sistema de innovación para posicionar al país como un ecosistema fértil en torno a los semiconductores.
Jiménez también menciona iniciativas enfocadas en diseñar y fabricar chips específicos para aplicaciones clave como automoción, electrónica industrial e Internet de las Cosas (IoT), así como dispositivos médicos. Asimismo, habrá esfuerzos dirigidos a mejorar la eficiencia de estos dispositivos para lograr una industria más sostenible mediante tecnologías avanzadas para la refrigeración de semiconductores y nuevos materiales para su encapsulación.
En el ámbito digital, Joan Mas, director científico del Área Digital de EURECAT, anticipa que la inteligencia artificial generativa seguirá siendo un campo en expansión durante 2025. Las aplicaciones basadas en esta tecnología impactarán sectores donde la creatividad es fundamental y contribuirán a mejorar la productividad transversalmente.
Francesc Puiggròs, director científico del Área de Biotecnología de EURECAT, destaca cómo el interés empresarial por invertir en tecnologías de fermentación está creciendo debido a la evolución del sector alimentario. Esta transformación no solo mejora las funcionalidades nutricionales sino también aporta características diferenciadoras en sabor y textura.
Puiggròs también hace hincapié en el desarrollo de procesos de fermentación dirigidos mediante microorganismos editados genéticamente. Esta técnica promete grandes avances a corto plazo en agroalimentación, biomedicina y medio ambiente.
Miquel Rovira, director del Área de Sostenibilidad de EURECAT, señala un creciente interés por invertir en el capital natural. Se prevé que tecnologías como ciencias ómicas e inteligencia artificial se integren con métodos ambientales tradicionales para abordar desafíos relacionados con recursos renovables y no renovables.
Rovira enfatiza que proteger y potenciar el capital natural es esencial para garantizar los recursos fundamentales que sustentan nuestras vidas. En este contexto, EURECAT desempeña un papel crucial al impulsar innovaciones tecnológicas necesarias para enfrentar estos retos.
Joan Mas también menciona que 2025 verá surgir una nueva rama conocida como IA agentiva, capaz de combinar diversas técnicas para crear agentes autónomos. Estos agentes podrán analizar datos y tomar decisiones con mínima supervisión humana. Este avance representa un paso hacia lo que se conoce como inteligencia artificial general (AGI), aún distante debido a las complejidades inherentes al entendimiento humano por parte de las máquinas.
A medida que avanza este desarrollo tecnológico, se espera que los manipuladores móviles —una combinación entre robots autónomos y brazos robóticos— sean adoptados ampliamente en industrias como automoción y logística. Su capacidad para operar en entornos complejos permitirá automatizar tareas críticas.
Finalmente, Joan Mas advierte sobre la próxima entrada en vigor del IA Act, una regulación europea que exigirá certificar sistemas de IA comercializados dentro del continente. Para aquellas aplicaciones donde no sea posible una autocertificación, surgirán organismos notificados encargados de implementar procedimientos adecuados.
Las tendencias incluyen el diseño y fabricación de chips específicos para sectores clave, la expansión de la inteligencia artificial generativa, y el desarrollo de la fermentación de precisión en agroalimentación, biomedicina y medio ambiente.
Se espera que se diseñen y fabriquen chips específicos para aplicaciones en sectores como automoción, electrónica industrial, Internet de las Cosas (IoT), dispositivos médicos y wearables.
La inteligencia artificial generativa seguirá expandiéndose, mejorando la productividad y ofreciendo aplicaciones disruptivas en diversos sectores donde la creatividad es fundamental.
Es una tecnología que utiliza cepas de microorganismos editados genéticamente para mejorar el valor nutricional y funcionalidad de productos alimenticios, con un enfoque en eficiencia y seguridad alimentaria.
Se prevé el uso creciente de ciencias ómicas, inteligencia artificial, imágenes por satélite, drones y nuevos sensores para proteger y potenciar el capital natural.
La IA agentiva es una nueva rama de inteligencia artificial que combina diferentes técnicas para crear agentes autónomos capaces de analizar datos, establecer objetivos y tomar decisiones con mínima supervisión humana.
La nueva normativa obligará a certificar los sistemas de IA comercializados en Europa, lo que llevará a la creación de procedimientos de certificación por parte de organismos notificados.