Mujer e infancia

Nuevos datos sobre el maltrato infantil

Miércoles 21 de mayo de 2014

El 75% de las lesiones por maltrato infantil se producen en la zona de la cabeza o el cuello, y el 10% en la cavidad oral, según estimaciones de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOMEl)



La lesión más habitual dentro de las producidas en la cabeza y el cuello es la rotura del frenillo labial de la que hay que sospechar maltrato cuando “se produce en niños que aún no caminan, puede ir asociada a quemaduras orales por una alimentación forzada, por ejemplo, o cuando hay hematomas peribucales que pueden deberse a una compresión forzada de la boca para hacer callar”, explica este cirujano oral y maxilofacial. También son comunes, añade, las lesiones traumáticas dentarias repetidas, “en cuyo caso hay que sospechar cuando se produzcan en dientes no incisivos ya que es muy raro que ocurra por accidente en los premolares”. Los hematomas faciales en zonas no prominentes también son sospechosos en menores que no andan o cuando se sitúan en la parte retroauricular o en el cuello, “ya que una caída no suele dañar ese tipo de zonas”, indica este doctor. En caso de que se quieran detectar lesiones internas, antiguas y fracturas no documentadas, “puede ser útil la petición de pruebas complementarias por el profesional sanitario como ortopantomografía, radiografía de tórax, una serie ósea o el examen de fondo de ojo””, señala el doctor Muñoz Caro. Ante la sospecha, notifica Una de las premisas en la lucha contra el maltrato infantil es “notificar cualquier sospecha que se tenga sobre la existencia de un posible caso de agresión a menores, de ahí la importancia de detectarlo desde la consulta”, asegura Tomás Aller Floreancig, coordinador general de FAPMI. Los menores no son capaces de comunicar por sí mismos una situación de esta naturaleza, “por lo que precisan del apoyo y mediación de los adultos tanto en la detección como en la posterior comunicación”, añade. “La ausencia de notificación por parte de ciudadanos y profesionales relacionados con la atención a la infancia es uno de los motivos por los que se desconoce la magnitud real de este problema. Sin embargo, todos están obligados a notificar las sospechas”, explica Aller. La única forma de activar los recursos de apoyo y protección a las víctimas es la detección de posibles situaciones de maltrato y su inmediata comunicación a los dispositivos existentes para atender estas situaciones. De hecho, para notificarlo, no es necesario disponer de la certeza de que existe maltrato, “ya que una vez que se ha puesto en conocimiento de los servicios sociales, son estos los que se ocupan de confirmarlo e iniciar la protección de la víctima, así como de denunciar”, expone. El profesional sanitario, al igual que otros que se dedican a la atención del menor, “tiene a su disposición en cada comunidad autónoma las llamadas Hojas de Detección y Notificación de Maltrato Infantil en las que podrán notificar una sospecha a los Servicios Sociales”, concluye el coordinador de FAPMI. Además, está a disposición de los ciudadanos, profesionales y personas menores de edad el Teléfono Europeo de Ayuda a la Infancia (116 111). Es un servicio gratuito, confidencial, disponible 24 horas, atendido por profesionales y gestionado a nivel autonómico. En él se puede obtener asesoramiento y orientación sobre los pasos a seguir en función del lugar de residencia del niño, niña o adolescente.


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