Rafa Bernaldo de Quirós | Martes 02 de septiembre de 2014
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Unidad de Deterioro Cognitivo del Hospital Valdecilla (Santander) constata las alteraciones cognitivas asociadas al consumo excesivo de alcohol de forma ocasional en fines de semana.
Se trata del mayor estudio de estas características realizado hasta la fecha, el cual resalta que el efecto "acumulativo" acentúa sus consecuencias proporcionalmente al número de años que se lleve bebiendo de esta manera.
Este estudio ha sido presentado esta semana por el jefe de la Unidad de Deterioro Cognitivo de Valdecilla, Pascual Sánchez-Juan, y por el director gerente de este centro sanitario, César Pascual.
Gracias a esta investigación se ha podido comprobar que los jóvenes con un patrón de consumo excesivo de alcohol en fines de semana son más lentos al resolver los test a los que fueron sometidos.
La muestra se ha llevado a cabo con alumnos de la Escuela Universitaria Gimbernat-Cantabria, en la que se realizaron pruebas para determinar el grado de alzhéimer, por las que se evalúan las funciones ejecutivas, tales como la atención o la velocidad de procesamiento mental.
Cuanto más alcohol ingieren, más lentos
Aunque parezca algo obvio, no lo es del todo para aquellos que se sumen en esta espiral. Aquellos jóvenes que referían un consumo superior a 60 gramos de alcohol en dos horas, lo mismo que seis cañas o 7 botellines de cerveza, tardaban más en realizar las pruebas que aquellos que aseguraron beber menos.
También hay que destacar que este patrón se repetía en aquellos que se iniciaron en el consumo excesivo de alcohol a una edad más temprana.
¿Por qué no beber hasta los 21 años?
Por todos es bien sabido que en España a partir de los 16 años se puede ingerir un consumo mínimo de alcohol hasta los 18 años, edad en la que no hay prohibición, en términos de graduación.
Y es que, esta ingesta alcohólica afecta a un área específica del cerebro que rige funciones ejecutivas. Esto supone un problema para los más jóvenes, ya que esta zona, la corteza prefrontal dorsolateral, es una de las últimas en desarrollarse dentro del cerebro, que no termina precisamente de madurar hasta los 21 años.
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