Actualmente en España los tratamientos aprobados para tratar la hepatitis C son la biterapia con interferón más ribavirina para los genotipos 1, 2, 3 y 4 y la triple terapia [interferón pegilado, ribavirina y un inhibidor de la proteasa del VHC ( boceprevir(Victrelis®) o telaprevir (Incivo®) solo para el genotipo 1 del VHC.
Nuevos fármacos antivirales de acción directa contra el virus de la hepatitis C de segunda generación están ya aprobados por la Agencia de la Alimentación y el Medicamento de Estados Unidos (FDA, en sus siglas en inglés).La Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) también los ha aprobando y en España, tras la aprobación por parte de la EMA.
Ante la cumbre de ministros de Salud de la UE que se celebra este lunes y martes en Milán, la Coordinadora estatal de VIH y sida (CESIDA) y el Foro Español de Activistas en Tratamiento del VIH (FEAT) han pedido al Ministerio de Sanidad que defienda el acceso universal al tratamiento de la hepatitis C en la UE.
CESIDA y FEAT se han sumado al llamamiento de otras organizaciones, como la World Hepatitis Alliance o Aids Action Europe, que han reclamado tanto a los responsables de Salud de la UE como a los laboratorios Abbvie, BMS, Gilead, Janssen y Merck/MSD que "alcancen los acuerdos precisos para garantizar el acceso universal al tratamiento".
En los últimos años, la investigación ha arrojado al mercado varios farmacos antivirales que permiten curar la enfermedad en un altísimo número de casos, tienen pocos efectos secundarios adversos, y son útiles en los distintos tipos y fases de la enfermedad. Estos medicamentos, además, hacen posible dejar atrás los largos y no siempre efectivos tratamientos que exigía el patrón de medicación estándar hasta la fecha, que se basaba en una combinación de inyecciones y pastillas a base de interferón, ribavirina (un antiviral) y un inhibidor de la proteasa. Pero, pese a las ventajas, estos medicamentos no están llegando a los pacientes por un problema de dinero.
Dos de los tratamientos avanzados, sofosbuvir y daclatasvir ya se emplean en España en los casos más graves, es decir, en pacientes que están en lista de esepra para un trasplante o han sufrido una recaída tras haber recibido un nuevo órgano. Pero, para estos casos es necesaria una autorización especial, que no siempre se concede.
En este sentido, los pacientes reclaman que se eliminen estas trabas burocráticas y que la terapia esté también disponible para los pacientes que no padecen una enfermedad tan avanzada. Pero el alto precio de los fármacos (hasta 60.000 euros por paciente en el caso de sofosvuvir) está frenando su llegada al mercado.
Además de hacer un llamamiento a Sanidad, CESIDA y FEAT, entre otros organismos, reclaman la cooperación de la industria farmacéutica. "Siendo conscientes de la inversión e innovación en el tratamiento para la hepatitis C hecho por las empresas farmacéuticas, las organizaciones europeas piden a estas que mantengan con urgencia negociaciones para garantizar el acceso a los tratamientos más avanzados para las personas con hepatitis C, y que estos sean llevadoa a cabo de manera que sea sostenible y asequible para los diferentes sistemas sanitarios de Europa, de acuerdo a sus capacidades individuales y teniendo en cuenta las restricciones financieras generalizadas a las que hacen frente".
Los afectados indican que "el reciente sistema de adquisiciones que permite adquirir de manera conjunta entre países también medicamentos para el VHC puede ser una vía para facilitar el acceso a medicamentos de manera asequible".
Si todas las negociaciones de buena fe fracasan, "la última opción es que los países tendrán derecho a usar las licencias obligatorias".
Hace apenas unos días, la compañía Gilead anunció el que había llegado a un acuerdo con siete empresas de medicamentos genéricos en la India con el objetivo de que sofosvubir (Sovaldi), sea más asequible en países en desarrollo, como Honduras, Vietnam y Sudáfrica.
En la última reunión de los ministros europeos de Sanidad, Francia hizo un llamamiento para exigir una rebaja del medicamento, tras lo cual se produjo un 'pool' de 15 países de la UE que intentaron así reforzar su postura en la negociación con la industria farmacéutica. La iniciativa, sin embargo, fue paralizada y postpuesta en julio por Bruselas.