Elsa Bernaldo de Quirós | Miércoles 01 de octubre de 2014
El colesterol se ha convertido en un asunto pendiente para la mitad de los adultos españoles.
En un momento en el que el que más del 50% de la población tiene colesterol elevado, recordamos la importancia de mantener los niveles de colesterol por debajo de 200 mg/dl para evitar el desarrollo de enfermedades del corazón. De todos los factores de riesgo para el desarrollo de este tipo de enfermedades, el colesterol es uno de los que más se puede reducir con la alimentación y hábitos de vida, que incluyen ejercicio físico, así como el abandono de hábitos nocivos como el tabaco o el exceso de alcohol.
Con una determinada elección de alimentos se puede ayudar a reducir hasta en un 50% la ingesta de colesterol y hasta en un 74% la de grasas saturadas a lo largo del día, es importante saber cómo confeccionar un buen menú. Por ejemplo incorporar fibra (en forma de cereales integrales, frutas, verduras y legumbres), grasas saludables (como las que están presentes en el aceite de oliva, los frutos secos y el pescado azul), carnes magras y pescados y lácteos desnatados. Los lácteos reductores de colesterol pueden incorporarse también para reducir los niveles de colesterol y su eficacia está demostrada tanto para aquellas personas que presentan por primera vez niveles elevados de colesterol como para quienes ya están tomando medidas para combatirlo.
El colesterol, uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades del corazón
El colesterol es una sustancia grasa natural presente en todas las células del organismo y necesaria para su correcto funcionamiento. Un exceso de colesterol, sin embargo, puede resultar perjudicial para la salud, pudiendo contribuir a un estrechamiento o endurecimiento de las arterias (arterosclerosis). Una parte importante del colesterol de nuestro organismo se produce en el hígado. El resto es aportado a través de la dieta y del colesterol presente en la bilis, parte del cual se vuelve a absorber en el intestino.
Existen dos tipos de colesterol: El conocido como colesterol “malo” (o lipoproteínas de baja densidad - LDL), cuanto mayor sea el nivel de colesterol LDL en la sangre, mayor es el riesgo de enfermedad cardiovascular. El conocido como colesterol “bueno” (o lipoproteínas de alta densidad - HDL), recogen el colesterol no utilizado y lo devuelven al hígado, que lo elimina del cuerpo a través de la bilis.
Los esteroles vegetales son compuestos naturales de estructura similar al colesterol que se encuentran en ciertos alimentos de forma natural y son adicionados en alimentos funcionales destinados a reducir el colesterol. Se ha reconocido la seguridad y eficacia de estos productos para la reducción de los niveles de colesterol, tanto para las personas recientemente diagnosticadas como para aquellas que ya toman medidas para reducir sus niveles de colesterol.
Cinco claves para una buena alimentación
1) Aportar fibra a la dieta a través de, por ejemplo, frutas y verduras (5 o 6 raciones al día) y eligiendo la versión integral de alimentos como la pasta, el pan o el arroz.
2) Apostar por las carnes magras y el pescado (mejor si es azul).
3) Incorporar a la dieta legumbres y huevos (al contrario de lo que a veces se cree, se recomiendan en una alimentación saludable).
4) Aliarse con los frutos secos y el aceite de olica, contienen grasas que favorece la reducción del colesterol.
5) Lácteos desnatados.
“Danacol, con esteroles vegetales, reduce el colesterol entre 7 y 10% de 2 a 3 semanas con una ingesta diaria de 1,5 a 2,4 g de fitoesteroles. No está destinado a personas que no necesitan controlar su colesterolemia. No recomendado a mujeres durante el embarazo, lactancia ni a menores de 5 años. Consumo máximo de esteroles vegetales 3g/día. Mantenga una dieta saludable con frutas y verduras. Si toma medicación consulte a su médico”.