Hombres y mujeres manifiestan problemas a la hora de mantener relaciones sexuales. Aunque cada vez es más común y son más los casos de anafrodisia, lo que es lo mismo, anorexia sexual, un trastorno que afecta tanto a varones como a hembras y que consiste en evitar a toda costa cualquier tipo de contacto sexual, no es este el único de los desórdenes con los que se encuentran las parejas en la cama.
Existen, pues, otros también muy frecuentes como la falta de lubricación o, después del embarazo y el parto, la debilitación del suelo pélvico en la mujer, y la disfunción eréctil o la eyaculación precoz en los hombres. El vaginismo, la anorgasmia o la dispaurenia serían otros de los más habituales entre las mujeres.
Además de las disfunciones sexuales, habría que mencionar también la existencia de otro tipo de perturbaciones que afectan a la sexualidad como pueden ser las variaciones sexuales (parafilias, necrofilia...), las propias de identidad sexual (intersexualidad, trastorno de identidad del género...) o incluso las ofensas sexuales (acoso, violaciones...).
En este sentido, podríamos decir que muchas de las dificultades vinculadas al sexo de las que hablamos tienen que ver con problemas que atañen a la salud sexual de quienes los padecen. A propósito de esto último, habría que destacar, por tanto, la importancia de cuidarla.
Qué se entiende por salud sexual, ¿por qué debemos prestarle atención?
La Asociación Mundial para la Salud Sexual, también conocida por sus siglas en inglés WAS, World Association for Sexual Health, define el concepto de salud sexual como un “estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad”. Y continúa explicando que esta no estaría vinculada únicamente a “la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad”.
El no prestar atención a la salud sexual y el hecho de no buscar respuesta a tiempo pueden acarrear, por ende, consecuencias no solo en el ámbito del contacto sexual, sino que, en ocasiones, podrían conllevar efectos secundarios un tanto más graves que afectarían a nuestro “bienestar físico, emocional, mental y social”.
Así, por ejemplo, la debilitación del suelo pélvico en la mujer tras el parto podría ocasionarle problemas de pérdida de orina (incontinencia urinaria) a largo plazo y esto, asimismo, podría conducirla a manifestar síntomas de baja autoestima y ansiedad, entre otros. Como medida de prevención, cabría citar la utilización de las bolas chinas que recomiendan los expertos. Estas, según ellos, tienen tanto fines terapéuticos como eróticos y de ahí que puedan conseguirse en algunas farmacias y en cualquier sexshop.
En definitiva, son muchos los problemas de disfunción o incapacidad sexuales que afectan cada vez a más hombres y mujeres y, pese a no ser el único de los aspectos que el concepto de salud sexual engloba, sí que son el centro de muchas de nuestras preocupaciones.
Conviene, en cualquier caso, acudir a un especialista que determine el origen de nuestro problema y que pueda ofrecernos soluciones con las que volvamos a disfrutar de relaciones sexuales plenas y satisfactorias. A veces, la respuesta está en algo tan simple como las bolas chinas de sexshop.