La ministra, que ha presidido la entrega de los premios Consumópolis14, ha llamado la atención sobre la importancia de que los ciudadanos tengan información y formación de calidad en Consumo desde la etapa escolar.
“Para el Ministerio es prioritario educar consumidores y consumidoras conscientes de las consecuencias de sus actos con el fin de que ejercer un consumo responsable sea una forma de entender la vida”, ha señalado Carcedo.
Precisamente, el concurso Consumópolis se creó con el objetivo de apostar por la educación para el consumo y avanzar en la construcción de una sociedad saludable, solidaria y sostenible en lo personal, social y medioambiental.
La ministra ha recordado que “la mejor manera de adquirir estos conocimientos es que la formación escolar, desde las primeras etapas, contribuya a ello y nos enseñe a consumir de forma responsable”.
“Cada acto de consumo que realizamos tiene consecuencias”, ha insistido Carcedo. “Echar al cesto de la ropa sucia un vaquero cuando solo nos lo hemos puesto una vez, tiene consecuencias. O querer comprar ropa cada temporada. O beber agua en botellas de plástico cuando podemos consumir agua del grifo de una jarra”.
“La elección del medio de transporte en el que nos desplazamos también debe ser una opción de consumo responsable”, ha insistido la ministra. “Nuestras decisiones de compra tienen repercusión en nuestra salud, en el medio ambiente, en las condiciones de trabajo y en el desarrollo económico”.
Carcedo ha resaltado que el compromiso e implicación de los más jóvenes es fundamental para formar a los futuros miembros de una sociedad compleja y diversa: “Sois más sensibles y tolerantes con los nuevos problemas sociales como el deterioro del medio ambiente”. No obstante, ha señalado que “la labor no es sencilla en un mundo con un mercado globalizado en el que podemos acceder a comprar al instante cualquier mercancía, fabricada en cualquier lugar del planeta rodeado de un marketing llamativo en el que quizá un influencer participa colgando un unboxing en las redes sociales”.
A ello se une, ha explicado la ministra, “la aparición de nuevos productos y servicios en el mercado, la incorporación de nuevas tecnologías en la fabricación de bienes, en su comercialización y de los servicios, en las formas de pago, en las comunicaciones, elementos nuevos que han contribuido a la mejora de la calidad de vida de las personas pero al mismo tiempo han aumentado los riesgos, con especial incidencia en los consumidores más vulnerables”.
Proyectos premiados
En esta décimo cuarta edición de Consumópolis han participado 8.300 escolares de toda España, de quinto y sexto de Primaria y de los cuatro cursos de enseñanza Secundaria obligatoria, distribuidos en equipos compuestos por cinco alumnos y un profesor.
Para optar a los premios, los escolares han tenido que superar diversas pruebas relacionadas con el consumo reflexivo, saludable y crítico que tiene en cuenta el respeto del entorno medioambiental y social.
Uno de los equipos premiados ha sido el formado por Hugo, Mateo, Mohamed, Telmo y Yusein, denominado “Consumeduquesa” y que pertenece al CEIP Duquesa de la Victoria de Logroño. Su trabajo se titula “Consumiendo con chispa” y en él se enseña de qué manera podemos reciclar todo lo que consumimos.
Otro de los grupos galardonados se llama “Encantados”, está formado por Claudia, Jimena, Marcos, Natalia y Salvador y pertenece al Colegio Santa María de la Expectación de Cuenca. La iniciativa premiada, “Zapatisba”, advierte de que debemos regirnos por valores éticos y sociales a la hora de elegir un producto porque lo que compremos repercute en aspectos como los derechos humanos.
Marina, Cayetana, Jorge, Lola y Marco, del IES Infiesto de Asturias, forman “Netsurfers” y su proyecto es “Lati2.0. Tanto lavas, tanto tiendes” con el que ponen de manifiesto que los consumidores desempeñan una importante labor social, con espíritu crítico en la observación de la realidad y buscando el equilibrio armónico del planeta y la sociedad.
Carcedo además de felicitar a todos los participantes en Consumópolis14 ha concluido el acto con una frase para recordar: “Vivir y consumir de forma responsable es de la máxima importancia porque no existe un planeta B”.