Salud

La COVID-19 y su lado oscuro

Virginia González | Martes 13 de octubre de 2020
Las pandemias producen angustia acentuando los trastornos de la salud mental. El aislamiento anticontagio da lugar a ansiedad, depresión, hastío, ira, frustración y trastornos de estrés postraumático.

El menor acceso a la asistencia médica, el apoyo social y de la familia, y la reducción de los recursos de esparcimiento, crean situaciones que pueden dar lugar a un incremento de la violencia sexual por personas que carecen de regulación emocional.

La International Society for Sexual Medicine reunió a expertos de diferentes partes del mundo para debatir los desafíos y los cambios en la salud y el comportamiento sexual durante la pandemia de COVID-19.

El aumento de la ansiedad en el confinamiento da lugar a que algunas personas tengan un consumo descontrolado de pornografía a consecuencia de estados de ánimo negativos. El consumo de pornografía ha aumentado en Europa durante el confinamiento y con él, la violencia sexual.

La prevalencia de esta conducta durante un mes de confinamiento por la cuarentena fue equivalente a las tasas observadas en un año en situaciones sin cuarentena. Los factores estresantes que están surgiendo a consecuencia de la COVID-19. Como el desempleo, la sobrecarga laboral y doméstica, y la reestructuración de los papeles de familia como factores específicos detonantes de pensamientos y conductas negativos.

El confinamiento está fomentando la tensión y las presiones creadas por problemas de seguridad, salud y dinero. Y está incrementando el aislamiento para mujeres con parejas violentas. La situación es como una tormenta perfecta para la conducta controladora violenta a puerta cerrada. Es evidente que las mujeres son desproporcionadamente vulnerables a la violencia interpersonal durante la pandemia y que esta es una crisis global.

El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, hizo un llamamiento a implementar medidas para resolver "un terrible repunte global de violencia doméstica" dirigida a mujeres y niñas, en relación con las cuarentenas impuestas por los gobiernos en su respuesta a la pandemia de COVID-19.

Los hombres son afectados más desproporcionadamente por la COVID-19 grave que las mujeres. Lo que se entiende bien es la causa. Esto puede estar relacionado con el riesgo ocupacional, el tabaquismo o el estilo de vida, pero la investigación reciente se enfoca más en las diferencias biológicas entre los géneros, específicamente nuestra constitución cromosómica y hormonal.

Hay teorías que postulan que el coronavirus puede afectar a los testículos. Se sabe que la orquitis es una complicación del síndrome respiratorio agudo severo (SARS, una versión anterior del coronavirus) pero no está claro cuál es el efecto del SARS-COV-2 sobre los testículos, tampoco si el daño directo a los testículos proviene del virus o es consecuencia de la inflamación por la tormenta de citocinas. Los efectos perjudiciales de los testículos a consecuencia de las temperaturas altas causadas por la fiebre asociada con coronavirus pueden afectar de manera adversa la espermatogénesis.

En vista de los posibles efectos testiculares y la repercusión en la espermatogénesis, existe interés en la criopreservación de semen durante la pandemia. Se sabe en general que diversos virus pueden eliminarse hacia el semen, a veces mucho tiempo después de que desaparecen los síntomas. El virus de Zika es un buen ejemplo de esto.

Hasta ahora los datos indican que la eliminación del SARS-COV-2 hacia el semen parece ser escasa, y se han observado bajos títulos de SARS-COV-2 en sitios no respiratorios. Cabe destacar la importancia, para el banco de semen, de que los virus son estables a temperaturas sumamente bajas, de manera que el SARS-COV-2 puede permanecer estable después de la criopreservación y el deshielo. Aclaró que aun cuando no hay casos registrados de contaminación vírica cruzada entre muestras de semen criopreservado, se considera que el riesgo de contaminación cruzada es "insignificante, pero no inexistente".

Diferencias sexuales entre países

En "Distanciamiento social y actividad sexual durante COVID-19 en una muestra del público británico" se indica que es importante idear intervenciones que promuevan el bienestar durante la pandemia de COVID-19, que se centren en mensajes sobre salud sexual para atenuar las consecuencias nocivas del autoaislamiento.

Los italianos tienen su propia versión del mensaje y publicaron un estudio en el International Journal of Impotence Research resultados preliminares de una encuesta virtual realizada durante la cuarentena en Italia, que muestra que más de 40% de los informantes refirió aumento del deseo sexual durante la cuarentena, pero no frecuencia más alta de relaciones sexuales.

El Dr. Paolo Capogrosso, urólogo de base de la Università Vita-Salute San Raffaele en Milán, Italia, señaló: "Aunque el distanciamiento social debido a la pandemia de COVID-19 ha dado lugar a disminución global de la actividad sexual, no hay pruebas convincentes que demuestren incremento de la disfunción sexual durante la fase de confinamiento".

En Estados Unidos organizaciones nacionales como The Guttmacher Institute publican actualizaciones periódicas sobre normativa e investigación en relación con el tema:

  • El virus se propaga a través de partículas presentes en saliva, moco y aliento de las personas con COVID-19.
  • Se ha identificado el virus en heces y semen.
  • Usted es su pareja sexual más segura.
  • La siguiente pareja sexual más segura es la persona con la que usted cohabita.
  • Limitar el sexo con cualquier persona fuera de su casa.

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