La musicoterapia se presenta como una herramienta eficaz para mejorar la calidad de vida de los pacientes en unidades de cuidados intensivos, según la profesora Verónica Saldaña Ortiz de la Universidad Europea. Esta disciplina no solo reduce el estrés y mejora la comunicación, sino que también favorece la recuperación emocional y física de los enfermos, proporcionando consuelo en situaciones críticas. La musicoterapia crea un ambiente de apoyo tanto para pacientes como para sus familias y el personal sanitario, promoviendo una atención más empática y humana. Saldaña destaca la necesidad de seguir investigando y formando a profesionales en esta área para que se convierta en una práctica estándar en las UCI.
La musicoterapia se ha convertido en una herramienta valiosa en las unidades de cuidados intensivos (UCI), donde su capacidad para reducir el estrés, mejorar la comunicación y favorecer la recuperación de los pacientes es cada vez más reconocida. La profesora Verónica Saldaña Ortiz, doctora del Grado en Enfermería de la Universidad Europea, destaca en su tesis los múltiples beneficios que esta disciplina aporta no solo a los pacientes, sino también a sus familias y al personal sanitario.
Conocida como el uso profesional de la música con fines terapéuticos, la musicoterapia ofrece a los enfermos una vía de escape temporal de la realidad que les resulta abrumadora. Esta práctica no solo alivia el estrés y la ansiedad, sino que también crea un espacio de calma en medio de situaciones inciertas. A través de una selección personalizada de música, se estimula la cognición y se facilita la expresión emocional, incluso en aquellos pacientes que enfrentan dificultades cognitivas debido a su estado de salud.
Saldaña Ortiz señala que el impacto positivo de la musicoterapia se extiende más allá del paciente. “Los familiares observan mejoras en el bienestar emocional de sus seres queridos, lo que aumenta su tranquilidad y esperanza”, afirma. La música fomenta un entorno de apoyo y comunicación entre pacientes, familiares y personal sanitario, promoviendo así una experiencia más empática y humana dentro de las UCI.
Además, los profesionales de la salud que participan en estas sesiones terapéuticas destacan que este enfoque contribuye significativamente a mejorar la calidad de atención y a crear un ambiente laboral más compasivo. “La musicoterapia no solo beneficia a los pacientes; también transforma el entorno laboral”, añade Saldaña Ortiz.
La integración de la musicoterapia en las UCI representa un avance hacia un modelo más holístico en la atención sanitaria. Según Saldaña Ortiz, esta disciplina aborda no solo las necesidades médicas, sino también las emocionales. En un contexto tan desafiante como el de las UCI, “la musicoterapia proporciona un respiro tanto físico como emocional”, lo que favorece una recuperación más completa y promueve conexiones más profundas entre pacientes y profesionales.
Los resultados obtenidos hasta ahora son prometedores. La musicoterapia está ganando terreno como herramienta terapéutica esencial en cuidados críticos. La profesora enfatiza que “su implementación debería seguir evolucionando”, sugiriendo que se necesitan más investigaciones y programas formativos para capacitar adecuadamente a los profesionales de salud en su uso.
A medida que se realicen más estudios sobre sus beneficios, es probable que la musicoterapia se establezca como una práctica estándar en las UCI. Esto no solo mejoraría la calidad de vida de los pacientes, sino que también contribuiría a crear un entorno sanitario más humano y comprensivo.
La musicoterapia reduce el estrés, mejora la comunicación y favorece la recuperación de los pacientes, proporcionando un espacio de calma en medio de la incertidumbre.
Los familiares observan mejoras en el bienestar emocional de sus seres queridos, lo que aumenta su tranquilidad y esperanza.
La musicoterapia se enfoca no solo en los aspectos médicos, sino también en las necesidades emocionales de los pacientes, promoviendo una conexión más profunda con ellos.
Los profesionales que reciben esta terapia aseguran que contribuye significativamente a mejorar la calidad de atención y crea un ambiente de trabajo más compasivo.
Se espera que la implementación de la musicoterapia siga evolucionando con más investigaciones y programas formativos, convirtiéndose potencialmente en una práctica estándar que mejore la calidad de vida de los pacientes.